Theresia Katharina ( traducido electrónicamente) EB Vigano: Francisco no es el Papa

La imagen fue tomada por EB Carlo Maria Vigano

Arzobispo Viganò: Los católicos tienen que pensar seriamente en la posibilidad de que Francisco no sea el Papa.

"Tenemos que tomar en serio, muy en serio, la posibilidad de que Bergoglio haya intentado obtener la elección mediante el fraude... para hacer exactamente lo contrario de lo que Jesucristo ordenó a San Pedro y sus sucesores".

Arzobispo Viganò: los católicos deben considerar seriamente la posibilidad de que Francisco no es el papa

(LifeSiteNews) El arzobispo Carlo Maria Viganò ha publicado la siguiente declaración sobre el actual debate teológico sobre el estatus del papa Francisco y el papado. En muchos sentidos, esta es su crítica más dura hasta ahora. Su Excelencia argumenta que el Papa Francisco, en vista de la devastación que Jorge Mario Bergoglio ha causado en la Iglesia mundial que se debe a su aceptación del cáncer del Concilio Vaticano II y en vista del papel que la mafia de San Gallo jugó en el cónclave de 2013, lo hizo y nunca tuvo la intención de actuar como cabeza de la Iglesia Católica. Más bien, ocultó sus intenciones a los votantes con el objetivo final de usar la autoridad del papado para socavar a la Iglesia y convertirla en la Virgen del Nuevo Orden Mundial. Creo, más bien, que su aceptación del papado es inválida porque cree que el papado es algo diferente de lo que es , señala Viganò.

Él continúa: "Quiero que tomemos en serio la posibilidad de que Bergoglio quisiera obtener la elección por fraude y que quisiera abusar de la autoridad del pontífice de Roma para hacer exactamente lo contrario de lo que Jesucristo había mandado. El arzobispo también declara que no está de acuerdo con la opinión del obispo Athanasius Schneider de que la "aceptación general" de Francisco como papa lo convierte en papa. En apoyo de su argumentación, Su Excelencia remite al ejemplo histórico de Clemente VII en el siglo XIV. Aunque admite que la situación actual es humanamente incurable , su objetivo en la publicación de la carta es alcanzar el fondo de la cuestión y encontrar un punto de partida común que pueda conducir a una apel [contra] la inquietante y escandalosa presencia de un Papa que se presenta con ostentosa arrogancia inimicus Ecclesiæ, y que actúa y habla como tal.

Consenso de Vitio

Es un fructibus eorum cognoscetis eos.

¿Cuál es el problema? ¿Cuál es el problema? ¿Cuál es el problema?
Si omnis arbor bona fructus bonos facit; mala autem autem arbor fructus malos facit. Se dice que el árbol de los buenos frutos es el árbol de los malos frutos y el árbol de los buenos frutos es el árbol de los buenos frutos.
No puede haber arbor bona fructus malos facere, no puede haber arbor mala fructus bonos facere.
Omnis arbor no quiere decir que el fructum bonum excitur y en ignem mediatur.
- ¿ Por qué? - ¿ Por qué?

Por sus frutos los conoceréis.
¿Se recolectan uvas de los espinos o higos de las zarzas?
Del mismo modo, todo árbol bueno produce frutos buenos, y el árbol malo produce frutos malos.
Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni tampoco un árbol malo puede producir frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.
Por lo tanto, por sus frutos los conoceréis.
Mat 7:16-20 - ¿Qué fue lo que dijo?

En este discurso no voy a tratar de dar respuestas, sino de plantear una pregunta que ya no puede ser postergada, para que nosotros los obispos, el clero y los fieles podamos ver con claridad la actual muy grave apostasía de la fe como un hecho completamente sin precedentes que no puede ser resuelto, en mi opinión, recurriendo a nuestras categorías habituales de juicio y acción.

La prueba del problema de Bergoglio

La proliferación de expresiones y conductas que son totalmente ajenas a las expectativas de un Papa y que, de hecho, contradicen la fe y la moral de las que es custodio el Papado , ha hecho que muchos fieles y un creciente número de obispos se den cuenta de algo que hasta hace poco parecía desconocido: el trono de Pedro está ocupado por una persona que abusa de su poder y lo usa para el propósito opuesto al que nuestro Señor lo utilizó.

Algunos dicen que Jorge Mario Bergoglio es obviamente herético en cuestiones doctrinales, otros que es tiránico en asuntos de gobierno, otros consideran su elección como inválida porque la renuncia de Benedicto XVI y la elección de su sucesor presentaron varias anomalías. Estas opiniones más o menos apoyadas por la evidencia o el resultado de especulaciones que no siempre pueden ser compartidas confirman, sin embargo, una realidad que ya es indiscutible. Y esta realidad es, en mi opinión, un punto de partida común para tratar de aliviar la inquietante y escandalosa presencia de un Papa que se presenta, actúa y habla con ostentosa arrogancia como inimicus Ecclesiæ (enemigo de la Iglesia).

Un enemigo que, precisamente porque ocupa el trono de Pedro y abusa de la autoridad papal, es capaz de dar un golpe terrible y devastador como ningún enemigo externo en toda la historia de la Iglesia.

Los peores perseguidores de los cristianos, los masónicos más acérrimos y los herejes más desenfrenados nunca antes habían logrado, en tan poco tiempo y con tanta eficacia, devastar la viña del Señor, irritar a los fieles, aborrecer a los ministros, desacreditar a la autoridad y la autoridad ante el mundo y destruir el magisterio, la fe, la moral, la liturgia y la disciplina.

Inimicus Ecclesiæ, no solo con respecto a los miembros del Cuerpo Místico que desprecia, ridiculiza (nunca deja de usar insultos tóxicos en su contra), perseguir y golpear; sino también con respecto a la Cabeza del Cuerpo Místico, Jesucristo: cuya autoridad Bergoglio ya no ejerce por representación, lo que por lo tanto estaría en conformidad necesaria y obligatoria con el Depositum Fidei, sino más bien de una manera autorreferencial y autorreferencial, es decir, de manera tiránica

En efecto, la autoridad del Romano Pontífice se deriva de la suprema autoridad de Cristo, en la que él participa, siempre dentro de los límites y del alcance de los objetivos que el divino Fundador ha fijado de una vez por todas y que ningún poder humano puede cambiar.

La prueba de la extrañeza de Bergoglio con respecto al cargo que ocupa es ciertamente un hecho doloroso y muy serio; pero tomar conciencia de esta realidad es el requisito indispensable para corregir una situación insostenible y catastrófica.

¿Qué es esto?

En estos diez años de su "pontificado" hemos visto a Bergoglio hacer todo lo que uno nunca esperaría de un papa, y viceversa, todo lo que un hereje o un apóstata haría. Hubo casos en que estas acciones tuvieron un efecto manifiestamente provocativo, como si él, con sus declaraciones o ciertas acciones del gobierno, quisiera deliberadamente provocar la indignación de la corporación eclesiástica y presionar a los sacerdotes y fieles para que reaccionaran, dándoles la excusa de declararlos como cismáticos. Pero esta estrategia típica del peor jesuitismo ahora se revela porque toda la operación se llevó a cabo con demasiada arrogancia y en áreas en las que ni siquiera los católicos moderados están dispuestos a comprometerse.

Los escándalos sexuales del clero y, en particular, la reacción de la Santa Sede ante el flagelo de la corrupción moral de cardenales y obispos han mostrado una vergonzosa desigualdad de trato entre aquellos que pertenecen al llamado "círculo mágico" de Bergoglio y aquellos a los que él pertenece, teniendo en cuenta oponentes. El caso más reciente de Marko Rupnik es una prueba de que alguien ejerce el poder como un déspota, Legibus Solutus, que se cree libre de actuar sin ser responsabilizado por sus acciones. A menudo sucede que las consecuencias de las decisiones tomadas personalmente por el argentino se trasladan a sus subordinados, que se sienten acusados y desacreditados por decisiones que no son suyas. Pienso en el caso del edificio londinense en el que participaron funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores, mientras que el contrato de compraventa incluye al eminente cirujano.

Pienso en el vergonzoso tratamiento del caso Rupnik, que, además de rehabilitar a un criminal responsable de terribles crímenes y de hacer caso omiso de las numerosas víctimas, ha desacreditado al ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Ladaria. Pienso en el caso McCarrick, que, con la farsa de un procedimiento administrativo secreto, se disolvió a toda prisa y sin indemnizar a las víctimas, y fue declarado irrefutable res judicata. Y la lista sigue y sigue. Queda claro que los desgraciados que voluntariamente o involuntariamente colaboran con Bergoglio serán expulsados en cuanto la prensa descubra los escándalos en el Vaticano. Muchos notan este comportamiento cínico, utilitarista, que en realidad los lleva a rechazar nombramientos y ascensos, precisamente para no caer en el desagradable papel de chivo expiatorio.

Derribar el muro del silencio

El silencio del episcopado ante el absurdo bergogliano confirma que el autoritarismo egoísta del jesuita Bergoglio ha encontrado obediencia sumisa en casi todos los obispos, temerosos de convertirse en el objeto de la venganza de los vengativos y déspotas, el sátrapa de Santa Marta. Algunos obispos diocesanos están empezando a no tolerar más su acción destructiva que socava la autoridad y la autoridad de toda la Iglesia. El obispo Joseph Strickland, por ejemplo, ha reafirmado laudablemente verdades doctrinales inmutables, cuya destrucción preparó al Sínodo para la sinodalidad en los meses venideros.
Y el cardenal Gerard Ludwig Müller ha recordado acertadamente que el Señor no ha dado al Papa el poder de "perseguir a los buenos obispos".

Así que algo comienza a cambiar: las similitudes toman forma, y vemos, por un lado, a Bergoglio "la Iglesia sinodal" a la que llama simbólicamente "nuestra Iglesia" y, por el otro, a los restos de la Iglesia católica a la que se dirige, sin olvidar su total irrelevancia.

La sanatio in radice de las irregularidades del cónclave de 2013
El obispo Athanasius Schneider afirma que las posibles irregularidades en el cónclave de 2013 en todo caso fueron curadas radicalmente por el hecho de que Jorge Mario Bergoglio fue reconocido como papa por los cardenales electores, el episcopado y la mayoría de los electores. Hablando prácticamente. El argumento es que, independientemente de los eventos que condujeron a la elección de un papa con o sin interferencia externa , la Iglesia establece prácticamente un plazo después del cual no es posible impugnar una elección si la persona elegida es aceptada por el pueblo cristiano. Sin embargo, esta tesis es cuestionada por los precedentes históricos.

En 1378, después de la elección del papa Urbano VI, la mayoría de los cardenales, prelados y del pueblo reconocieron a Clemente VII como papa, aunque en realidad era un antipapa. Trece de los dieciséis cardenales cuestionaron la validez de la elección del Papa Urbano, ya que el pueblo romano amenazaba con la violencia contra el Santo Colegio, e incluso los pocos partidarios de Urbano retiraron su elección de inmediato y convocaron a un nuevo cónclave en Fondi, en el que se eligió al antipapa Clemente VII. Incluso San Vicente Ferrer estaba convencido de que Clemente era el verdadero Papa, mientras que Santa Catalina de Siena estaba del lado de Urbano.

Si el consenso universal fuera un argumento inalterablemente válido para la legitimidad de un papa, Clemente, y no Urbano, tendría derecho a ser considerado el verdadero papa. El antipapa Clemente fue derrotado por el ejército de Urbano VI en la batalla de Marino en 1379, y trasladó su sede a Aviñón, lo que provocó el Cisma de Occidente, que duró treinta y nueve años. Así que vemos que el argumento de la aceptación universal no resiste la prueba de la historia.

El obispo de Schneider sobre el tutor

El obispo Athanasius Schneider nos recuerda que la via tutior, o camino seguro, consiste en no obedecer a un papa hereje, sin considerarlo inevitablemente ipso facto separado de su oficio por la Iglesia y por lo tanto incapaz de estar a la cabeza de la misma, como cree San Roberto Bellarmino. Pero incluso esta solución - que al menos reconoce que Bergoglio es un hereje - no me parece decisiva, ya que la obediencia que los fieles pueden negarle es solo marginal en comparación con todos los misiles de gobierno y enseñanza que ha llevado a cabo y continúa llevando a cabo, sin que sus súbditos puedan hacer nada al respecto.

Por supuesto, se puede organizar la celebración clandestina de la Misa católica, pero ¿qué puede hacer un sacerdote o un laico cuando un grupo subversivo de obispos, manejado por Bergoglio, se prepara para introducir cambios doctrinales inaceptables por el Sínodo para la sinodalidad?

¿Y qué pueden hacer si en sus parroquias una diácona bendice la "matrimonialidad" de dos sodomitas?

La desobediencia a las órdenes ilegítimas de un superior herético o apostata es ciertamente un deber sub gravi, ya que la obediencia a Dios está por delante de la obediencia a los hombres y la virtud de la obediencia está subordinada jerárquicamente a la virtud teológica de la fe. Sin embargo, el daño resultante para la comunidad eclesiástica no puede ser evitado por una simple medida de resistencia: la cuestión debe ser esclarecida en la raíz.

La falta de aprobación en la toma del papado

Dado que Bergoglio es un hereje y Amoris Lætitia o su declaración de la inmoralidad inherente de la pena de muerte serían suficientes para demostrar esto tenemos que preguntarnos si las elecciones de 2013 fueron invalidadas de alguna manera por una falta de inmoralidad.

Consentimiento; es decir, si el Papa Electo quisiera convertirse en el jefe de la Iglesia Católica o más bien de lo que él llama nuestra Iglesia Sinodal que no tiene nada que ver con la Iglesia de Cristo, precisamente porque representa algo diferente a ella. En mi opinión, esta falta de aprobación también se puede leer en el comportamiento de Bergoglio, que es demostrativamente y consistentemente anticatólico y heterogéneo con respecto a la esencia del papado.

No hay un acto de este hombre que no provoque evidentemente la apariencia de una ruptura con la práctica y el magisterio de la Iglesia, además de los puntos de vista adoptados que son todo menos inclusivos con los creyentes que no quieren aceptarlo, innovaciones arbitrarias o, peor aún, herejías en toda regla.

La cuestión fundamental depende de entender el plan subversivo de la iglesia profunda, que se relaciona con el entonces de Pius el profeta del Anticristo en el trono de Pedro.

La intención de los hombres de penetrar en la jerarquía y ascender en sus filas es obvia, al igual que es obvio que los planes de la fracción ultraprogresista no pudieron detener a Benedicto XVI, a quien consideraban demasiado conservador y que odiaban sobre todo porque se atrevió a proclamar el Motu Proprio Summorum Pontificum.

Y así, Benedicto XVI fue forzado a dimitir, e inmediatamente apareció el desconocido arzobispo de Buenos Aires. El 11 de octubre de 2013, el entonces cardenal McCarrick, amigo de Bergoglio por muchos años, reveló en una conferencia en la Universidad de Villanova (aquí) que la elección de Bergoglio había sido deseada por un "gentil italiano muy influyente", un enviado del Estado profundo a la Iglesia: los que trabajan en la Curia saben exactamente quién es "el caballero" y qué conexiones tiene con el poder a ambos lados del Tíber [el Vaticano y el gobierno italiano], y también conocen sus incómodas preferencias que explican sus estrechos vínculos con el lobby homosexual del Vaticano. También es significativo que McCarrick dijo que estaba convencido de que Bergoglio "cambiará el papado dentro de cuatro años", confirmando así la mala intención de manipular la divina e irreformable institución de la Iglesia.

La participación de Bergoglio en un evento patrocinado por la Fundación Clinton después de otros no menos escandalosos apoyos por parte de la élite globalista confirma su papel como administrador de la bancarrota de la iglesia con el objetivo de reemplazar la constitución de la religión de la humanidad, que servirá como servidor de la sinarquía del Nuevo Orden Mundial. El ecumenismo, la ecología, el vacunismo, el inmigracionismo, la ideología LGBTQ+ y de género, y otros ejemplos de la religión globalista son apropiados por Bergoglio no solo a través de un apoyo demostrativo y orgulloso de los defensores de la Agenda 2030, sino también a través de la sistemática destrucción de todo lo que se opone en el magisterio y la persecución despiadada de aquellos que expresan cualquier duda razonable.

Entonces, Bergoglio es un hereje y claramente hostil a la Iglesia de Cristo. Para cumplir con la tarea que le había confiado la Iglesia profunda, ocultó sus posiciones más extremas para encontrar suficientes votos en el cónclave. Para garantizar la total obediencia, los que idearon el plan se aseguraron de que, como siempre, fuera ampliamente extorsionable. Y después de su elección, Bergoglio pudo mostrarse como lo que es, y comenzar con la destrucción de la Iglesia y el papado.

Pero ¿es posible que un papa destruya el papado que él mismo encarna y representa? ¿Es posible que un Papa destruya la Iglesia cuya defensa el Señor le ha confiado?

Y una vez más: si la participación de un cardenal en el cónclave debe ser maliciosa, si tiene la intención de un acto subversivo contra la Iglesia, si el objetivo es cometer un delito, entonces también es el caso cuando los procedimientos y normas de la elección son evidentemente respetados. Y esta intención criminal surge de la astucia con la que los cardenales que fueron cómplices de la conspiración colaboraron para engañar a los cardenales que habían votado en buena fe. Entonces me pregunto:

¿No tenemos una falta de aprobación que afecte a la validez de la elección?

Sin mencionar que la mera presencia simultánea de un papa abdicante y un papa titular es en sí misma un elemento que nos lleva a pensar que ellos tenían una idea errónea de la naturaleza del papado, que era visto como un papel que se podía compartir con otros. No olvidemos que la diferencia entre munus y ministerium es arbitraria y no puede haber un Papa que se dedique al "servicio de oración" y otro que gobierne. Cristo es uno; la Iglesia es una; y sólo hay un sucesor de Pedro: un cuerpo con dos cabezas es un monstruo que es repugnante a la naturaleza incluso antes de la constitución divina de la Iglesia.

Oposiciones posibles

Algunos pueden oponer que, aunque Bergoglio actuó con malicia, aceptó lo que los cardenales le ofrecieron: su elección como obispo de Roma y, por lo tanto, como papa de Roma. Y así asumió su cargo y debe ser considerado como el Papa. En cambio, creo que su aceptación del papado es inválida porque considera el papado como algo diferente de lo que es, como un cónyuge que se casa en la iglesia, pero excluye los propósitos específicos del matrimonio de su intención, lo que hace que el matrimonio sea nulo y sin valor, precisamente por su falta de consentimiento. Y no sólo eso: ¿qué conspirador, que actúa con malicia para ascender a un cargo, sería tan ingenuo como para explicar a los que tienen que elegirle que quiere ser Papa para ejecutar las órdenes de los enemigos de Dios y de la Iglesia? - ¿Cómo estás? Yo soy Jorge Mario Bergoglio y tengo la intención de destruir la Iglesia al ser elegido Papa. ¿Votarás por mí?

El área de los hombres está en el uso del engaño, el disfraz, la mentira, la delegación de enemigos molestos y la eliminación de enemigos peligrosos.

Y la prueba de que Bergoglio quería poner en práctica el plan criminal de la élite globalista está ante nuestros ojos: todos los objetivos deseados de los correos electrónicos de John Podesta, el brazo derecho de Hillary Clinton, han sido o están siendo implementados por la UE.

Desde la adopción de la igualdad de género como requisito para el sacerdocio femenino hasta la inclusión LGBTQ+, desde la aceptación de la teoría de género hasta la participación en la Agenda 2030 sobre el cambio climático, desde la condena del "proselitismo" hasta la glorificación de la inmigración como método de reemplazo étnico.

Y al mismo tiempo se produce la remoción y condenación de la otra iglesia, la "preconciliar", compuesta de hombres rígidos e intolerantes, empezando por nuestro Señor, como escribió blasfémicamente Antonio Spadaro.

Y con la cultura de la insurrección aplicada a la fe y la moral, también llega a la eliminación de la Misa, que es intrínsecamente parte de esta iglesia, que Bergoglio considera contraria a la "Nueva Eclesiología", hasta el punto de ser prohibida como incompatible con la "Nueva Eclesiología" de la "Iglesia sinodal".

Así que aquí estoy, lanzando la piedra proverbial al estanque.

Quiero que tomemos en serio, muy en serio, la posibilidad de que Bergoglio tuviera la intención de lograr la elección mediante el fraude, y que quisiera abusar de la autoridad del Pontífice de Roma para hacer exactamente lo contrario de lo que Jesucristo había anunciado:

Tarea a San Pedro y sus sucesores: fortalecer a los fieles en la fe católica, alimentar y gobernar el rebaño del Señor y predicar el evangelio a las naciones

Todas las acciones de la dirección y el magisterio de Bergoglio desde su primera aparición en la Logia Vaticana, cuando se presentó con su perturbador Buenas tardes , se han desarrollado en una dirección diametralmente opuesta a la orden de Pedro:

Él falsificó eso y continúa falsificando el Depositum Fidei. Ha fomentado la confusión y ha extraviado a los creyentes, ha dispersado al rebaño, ha declarado que considera que la evangelización de las naciones es "una solemne tontería", y ha abusado sistemáticamente del poder de las Santas Claves para desatar lo que no se puede desatar y atar lo que no se puede atar.

Esta situación es humanamente incurable porque las fuerzas en juego son inmensas y porque la corrupción de la autoridad no puede ser curada por los que están sujetos a ella.

Tenemos que reconocer que la metástasis de este "Pontificado" proviene del cáncer del Concilio, del Concilio Vaticano II, que creó las bases ideológicas, doctrinales y disciplinarias que inevitablemente debían conducir a este punto.

Pero ¿cuántos de mis hermanos, que también reconocen la gravedad de la crisis actual, son capaces de ver esta relación causal entre la revolución conciliar y sus consecuencias extremas en Bergoglio?

Conclusiones

Si esta passio Ecclesiæ es un preludio a los últimos tiempos, es nuestro deber prepararnos espiritualmente para momentos de gran angustia y de verdadera y justa persecución. Pero precisamente siguiendo el Vía Dolorosa de la cruz, el cuerpo eclesiástico será capaz de purificarse de la suciedad que lo deforma y de merecer la ayuda sobrenatural que la Providencia reserva para la Iglesia en tiempos de prueba: donde abunda el pecado, abunda la gracia.

En conclusión, quisiera recordarles que la Asociación Exsurge Domine, fundada por mí, tiene como objetivo brindar ayuda espiritual y material a los sacerdotes, religiosos y religiosas que son perseguidos por la Iglesia Bergogliana por su fidelidad a la tradición.

Si desea hacer una donación para la realización de nuestros proyectos, puede hacerlo en el sitio web de la asociación Associazione EXSURGE DOMINE o por SMS: texto 502027 a 1-855-575-7888 (para los EE.UU. y Canadá).

„….Es beginnt sich also etwas zu ändern: Angleichungen nehmen Gestalt an, und wir sehen auf der einen Seite Bergoglios „Synodalkirche“ – die er symbolisch „unsere Kirche“ nennt – und auf der anderen Seite die Reste der katholischen Kirche, der er sich zuwendet….. “

Beim Lesen dieser Worte des H. H. Erzbischof Viganò ist mir der Gedanke gekommen, dass P. Joh. P. II. genau das gemeint hat, Wir leben in der Zeit der Reinigung und Scheidung der Geister, als er uns warnte mit den Worten:

>>Wir stehen jetzt vor der endgültigen Konfrontation zwischen Kirche und Kirche, zwischen Evangelium und Anti-Evangelium, zwischen Christus und Antichristen. Die Konfrontation liegt in den Plänen der göttlichen Vorsehung…<<

Wohl zwischen Kirche und Afterkirche/Antikirche

Nur Schmutz, der sichtbar ist, kann restlos ausgetilgt werden. Bisher konnte man den Freimaurern in der Kirchen nicht habhaft werden, da sie für das - zwar betende - Volk verschleiert und finanziell mit Macht versehen, frei agieren konnten. P. Joh. P. II benötigte selbst Hilfe durch marianische Priester und betende Kinder mangels Mut und Willens von Bischöfen ohne Gottvertrauen. Dabei hätten nur wenige, aber entschlossene Bischöfe genügt! Aber so wurde Gott zu vielen immer kleiner und Satan zu einem Vizegott selbst innerhalb der Kirche als größer, als unüberwindbar stilisiert und wahrgenommen.

Feinde von außen sind leichter zu erkennen und zu bekämpfen als jene, die man selbst ins Haus geholt hat, die Eigenarten kennen und beginnen, das Haus zu plündern und stärkere Maßnahmen und Sicherungen erfordern...

Diese Zeit jetzt ist die Zeit der Reinigung und Scheidung der Geister. Sie ist aber auch die Zeit der größten Waffe Gottes, die Zeit der größten Gnade wie nie zuvor, die wohl zu Ende geht. (Schio) Gott liebt es ja, mit den Waffen der Feinde zu siegen, womit vor allem auch das in Liebe getragene und ihm aufgeopferte Kreuz gemeint ist und jetzt wohl so massiv offensichtlich wird, zum Höhepunkt kommt und zwar für das gesamte noch betende Volk!

Der Ort der Kirche ist nun mal Gethsemane mit allem, was es dort gibt. Und was wir erleben, ist der sicht- und fühlbare Gang der ganzen Kirche Christi über Golgatha mit Christus selbst in den verunehrten Sakramenten. Nur jetzt ist Golgatha, die Kreuzigung als Ort innerhalb der eigenen Kirche und für alle sicht- und erlebbar. Und diesen Gang kann die wahre Kirche nur annehmen und überleben, kann nur zur Auferstehung wieder geführt werden mit dem Willen des Vaters und Kraft der Liebe des Hl. Geistes unter der Königsherrschaft Christi und an der zärtlich führenden Hand der Gottesmutter und Königin und so mit Taborstunden und unter ihrem sicheren Schutzmantel der hl. Engel, aller Heiligen und Armen Seelen (Heede) .
R e i n i g u n g benötigt Willenskraft und Ausdauer, aber auch Mittel, verursacht Schmerzen durch Trennung von Bodensätzen, von allem, was falsch, aber schon gewohnheitsmäßig war, aber jetzt wirklich für alle sichtbar als Schmutz zu erkennen ist.
Die S c h e i d u n g der Geister ist dann wohl das natürliche Ergebnis, ist aber wohl kaum, da wohl endgültig, ohne unsere Märtyrer im Amt der Bischöfe und der Priester und auch der Laien möglich.

E r g e b n i s: Scheidung der Geister, wohl der Kirche mit überliefertem Glaubensgut von der neuen Afterkirche.
P. Joh. P. II. hat wohl dafür zunächst das weltweite politische Umfeld gereinigt und am Ende seines Lebens uns allen über seinen Kreuzweg das persönliche Wie in Liebe gezeigt:
„Alles für Dich; segne mich!“ Für die Rettung der Seelen, für die Priester, für die Sterbenden und für die Armen Seelen……

Denn Kreuze, alle Leiden gehören uns nicht, sind nicht unser Eigentum und müssen Christus über das reine Herz der Mutter zur Verwandlung in Gnade (Kana), zur Erlösung der Menschen wieder zugeführt werden, sind sein Eigentum. (P. DDDr. Hubert Pauels, Salesianer des hl. Don Bosco)