fac2011
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Más pruebas irrefutables: un gran simulador

Leemos una noticia que produce enorme perplejidad al fiel de a pie. Francisco, por “cortesía” con una judía ortodoxa, ha ocultado el crucifijo pectoral y ha hecho una reverencia ante quien se negó a hacerla ante él, como vicario de Cristo, “por razones religiosas”. Lo que sigue es la noticia:
El Presidente israelí Reuven Rivin rindió una visita al Papa Francisco en Roma, acompañado por su secretaria personal Rivikah -judía ortodoxa. Cuando alguien saluda al papa, le estrecha la mano y se inclina ante él. Pero cuando le tocó saludar al papa a Rivikah, ella le explicó que por razones religiosas ella no podía estrechar su mano, no podía inclinarse ante él porque llevaba una cruz. El papa entonces tapó la cruz con su mano y se inclinó ante ella.
La persona en cuestión, Rebeca, trabaja para un jefe de Estado y por lo tanto está entrenada en cuestiones de diplomacia. Lo que vuelve innecesaria la explicación, que en todo caso debió dar al protocolo oficial de la Santa Sede antes del encuentro. Tan innecesaria como su presencia. Esta presencia resulta más bien rara.
La reacción de Francisco, además de incomprensible desde el punto de vista católico, tampoco parece espontánea. Más bien estudiada. Por lo antedicho, podría haber estado al tanto de la situación. Y si no lo estaba, debería haber dicho, con extrema cortesía, que él, por razones religiosas esta obligado a exigir la reverencia debida a Aquel de quien es vicario. Y si la piadosa dama no lo aceptaba, debería retirarse del lugar.
La fotografía no lo muestra con claridad, pero si ella fuese “ortodoxa” debería usar falda y no pantalones y además ir cubierta, lo que podría ser suplido por una peluca -que tal vez use- no es posible determinarlo. Lo más raro, que una judía ortodoxa trabaje fuera de su casa…
Pero en todo caso, el acto resulta irritante desde el punto de vista de la diplomacia, por lo cual, o bien fue una trampa, o algo preparado para que Francisco demuestre una vez más su “humildad”. Me inclino por lo segundo.
Huelga explicar que la humildad de los santos nunca humilla ni a Cristo ni a la Iglesia, cosa que Francisco sí hace con excesiva frecuencia.
Obviamente lo que ocurrió es algo muy grave y sintomático de su personalidad. Pero por otro lado lamentaría oír otra vez -de los coleccionadores de pruebas sobre la invalidez de la elección de Bergoglio- que con esto suman otra de validez “irrefutable”. Con una de validez “irrefutable” sobra. Y esa todavía no la han conseguido.
Más bien esto demuestra que Bergoglio-Francisco es un gran simulador, un espontáneo prolijamente estudiado, un engatusador serial. Como bien lo saben los israelíes a los que –después de dar seguridades en contrario- sorprendió reconociendo el Estado palestino.
Por lo que tal vez lo detesten tanto como los sedevacantistas.

Fuente: Panorama Catolico Internacional
San Atanasio ora pro nobis
Bergoglio obedece al diablo que dijo: "Si te postras ante mi todo esto te daré" Bergoglio se inclina ante el mundo y se avergüenza de Cristo porque no es papa .