Respecto a los Estados Generales de la Natalidad. Ettore Gotti Tedeschi

14 Maggio 2024 Pubblicato da Lascia il tuo commento

 

Marco Tosatti

Queridos amigos y enemigos de Stilum Curiae, el profesor Ettore Gotti Tedeschi ofrece a vuestra atención este artículo, publicado hoy en La Verità, a la que agradecemos la deferencia. Feliz lectura y compartir.

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Respecto a los Estados Generales de la Natalidad

El descenso de la natalidad en Occidente es el origen principal y directo de “todos” los problemas mundiales. Me remito a las muy nobles intervenciones de los Estados Generales de la Natalidad, que pretenden una vez más hacernos reflexionar sobre la cuestión y llegar a propuestas concretas para invertir la tendencia. Pero en realidad el problema de la natalidad es escatológico, además de socioeconómico. Puesto que llevo más de 40 años ocupándome de esta cuestión, analizándola inicialmente desde una perspectiva económica y financiera, me propongo aportar mi contribución. En primer lugar, les pediría que reflexionen sobre el hecho de que el origen de casi todos los problemas que padece Occidente se debe al colapso de la natalidad, ¡ojo, colapso de la natalidad exclusivamente en el Occidente “rico y culto”! Un colapso que comenzó hace unos 50 años y que se desarrolló según características específicas en todo el llamado Occidente, especialmente en Europa y, por tanto, en nuestro país. Hace unos 50 años había 4.000 millones de criaturas en el mundo (valores redondeados para simplificar). Hoy se han duplicado: 8.000 millones. Pero atención, hace 50 años de 4.000 millones, 1.000 millones estaban en Occidente y 3.000 millones en el resto del mundo. Hoy, de los 8.000 millones, 1.000 millones siguen en Occidente y 7.000 millones en el resto del mundo. Veamos ahora la economía: hace 50 años, Occidente, con el 25% de la población, controlaba cerca del 90% del PBI mundial. Hoy, con el 12,5%, controla aproximadamente la mitad, y el resto se le ha ido de las manos… ¿He conseguido provocar la primera reflexión sobre por qué todos los grandes cambios se han originado en el colapso de la natalidad en Occidente?

¿Pero hemos comprendido las causas? En las últimas dos décadas, sobre todo, cada año, cuando se publican los datos demográficos, leemos las mismas lamentaciones y las mismas propuestas reajustadas. Pero siempre desacreditadas de hecho por la constatación imperante e imponente de que somos demasiados en el mundo (8.000 millones, justamente el doble que hace 50 años). Pero fingimos olvidar que es en el “resto del mundo” donde ha habido crecimiento demográfico; ¡en Occidente, no! somos el mismo número, y nos hemos empobrecido y debilitado, y buscamos soluciones utópicas para mantener el liderazgo. Todos los años leemos propuestas para frenar el declive, pero siempre las mismas y siempre de carácter socioeconómico. Y muy rara vez alguien se ha planteado la pregunta sobre las causas del declive sólo en Occidente. ¿Somos demasiado cultos y conocedores? ¿Somos responsables del nacimiento de la civilización (cristiana)? ¿Somos demasiado conscientes del impacto medioambiental de la población? O, sobre todo, ¿hemos perdido el verdadero sentido de la vida?

De hecho, persisten dos visiones opuestas. Una ve el crecimiento demográfico como un ataque al medio ambiente; la otra ve (con miopía, sin embargo) la causa del empobrecimiento y la pérdida de competitividad en el decrecimiento demográfico. Pero muy, muy pocas veces, alguien se ha detenido a recordar que el colapso de la natalidad se produce siempre y únicamente en el (¿antes?) rico y (¿antes?) culto Occidente, que ha perdido en consecuencia el liderazgo y que intenta compensarlo de diversas maneras inventando un nuevo capitalismo sostenible e inclusivo. ¿Ha entendido alguien, en esencia, de qué se trata? Es crucial hacerlo, porque tiene un impacto antropológico dramático y, en consecuencia, en la nueva concepción de lo que es la “civilización” Frederic Nietzsche lo previó perfectamente. ¡Ay!

¿Pero cuál ha sido la reacción? Hemos constatado que en todos los países occidentales el crecimiento de la natalidad es inferior a cero, es decir, inferior a los dos hijos por pareja (crecimiento cero), indispensables para garantizar el “reemplazo”. También constatamos que las políticas adoptadas por los distintos gobiernos se han referido a ayudas económicas y fiscales, estructuras sociales (guarderías), subvenciones y beneficios de todo tipo. Pero el resultado demuestra que no hay casos de éxito sostenibles a los que referirse. Porque es inevitable constatar que, en Occidente, se ha perdido la visión del sentido de la vida y de su valor, por lo que las reacciones (y los resultados) a los estímulos socioeconómicos son en consecuencia mínimos. Por lo tanto, el problema no parece ser económico, ni siquiera “cultural” y social. El problema, reflexionemos sobre ello, es espiritual e impacta en toda la Civilización occidental, que era cristiana. Si una civilización ignora que existen “valores no negociables” que hay que proteger, y si esta civilización los “entierra” sustituyéndolos con otros más inmanentes, apreciados por quienes probablemente no tienen noción de “valor”, ¿qué ocurrirá? ¿Pero hemos comprendido lo que significa para el mundo entero el colapso de la civilización occidental?

La receta “impactante” en la que hay que pensar. Me temo que para intentar afrontar el problema de la natalidad, hay que pensar en una “receta verdaderamente grandiosa”, volver a valorar el sentido de la vida y redescubrir el valor único de la Familia, porque es la Familia la que crea los supuestos incluso de la riqueza verdadera y completa. Además de hacer cálculos estadísticos y reajustar fórmulas de solución, para los que “creen” (todavía…), me temo que ya es demasiado tarde, difícil y complejo evocar la ayuda providencial de una Autoridad Moral. Y demasiado subjetiva y limitada a los individuos sería la dirección espiritual de un sacerdote santo. Sólo un milagro podrá salvar a la familia, la natalidad y la civilización (¿y por qué descartarlo?). El problema de la natalidad no es (sólo) cultural o económico, es también (o sobre todo) espiritual y escatológico. ¿Demasiado complejo? ¿Demasiado tarde? Es cierto que llevará mucho tiempo, quizás el mismo tiempo necesario para restaurar la Fe después de los últimos tiempos.

 

Publicado originalmente en Italiano el 12 de mayo de 2024, en https://www.marcotosatti.com/2024/05/12/circa-gli-stati-generali-della-natalita-ettore-gotti-tedeschi/

Traducido al español por: José Arturo Quarracino

 

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