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padrericardo
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Septenario a Nuestra Santísima Madre la Virgen de los Dolores. - Piedad: actitud de sumisión, confianza y reverencia debida a Dios en cuanto Padre. - Devoción: voluntad pronta para entregarse a todo …Más
Septenario a Nuestra Santísima Madre la Virgen de los Dolores.

- Piedad: actitud de sumisión, confianza y reverencia debida a Dios en cuanto Padre.
- Devoción: voluntad pronta para entregarse a todo lo que pertenece al servicio de Dios.
- Devociones: aspectos de la doctrina cristiana, encarnados en prácticas o ejercicios, internos y externos, por medio de los cuales se intensifica la vivencia de un aspecto del misterio de Cristo.
- Prácticas de piedad: equivalentes a devociones, el término señalaría al Padre Dios como destinatario último de las mismas.
Quizás estas definiciones abstractas se nos harán más significativas si las concretamos un poco: ¿Cuáles son las principales prácticas, ejercicios de piedad o devociones cristianas que pueden considerarse católicas o universales? A nuestro parecer, son las siguientes:
- Devociones varias: a María, a los santos, a los difuntos, a Jesús sacramentado y a diversos misterios de la vida y la persona del Señor.
- Sacramentales o signos que manifiestan y comunican dones espirituales obtenidos por intercesión de la Iglesia: agua bendita, bendiciones, velas, medallas, imágenes, etcétera.
- Fiestas y celebraciones: que santifican el tiempo, haciendo presente a personas y hechos santos y célebres del pasado.
- Procesiones y peregrinaciones: que manifiestan y actualizan el caminar humilde, creyente, gozoso y pascual del pueblo peregrino de Dios.
Todas estas prácticas piadosas han de ser tenidas en alta estima. El magisterio de la Iglesia las recomienda encarecidamente y nos ofrece un valioso consejo: "Es preciso que estos ejercicios de piedad se organicen teniendo en cuenta los tiempos litúrgicos, de modo que vayan de acuerdo con la sagrada liturgia, en cierto modo deriven de ella y a ella conduzcan..., ya que la liturgia, por su naturaleza, está muy por encima de ellos" (Sacrosanctum Concilium, 13).
En fin, espero que lo dicho hasta aquí les habrá permitido, además de clarificar nociones, caer en la cuenta de esto: devociones sin devoción, prácticas de piedad sin piedad... son como un huevo sin clara ni yema, son como un cuerpo sin alma. ¡De devociones huecas nos libre el Señor!
Nuestra América Latina, según afirman quienes la conocen mediante la connatural capacidad de comprensión afectiva que da el amor, es un continente esencialmente mariano. La devoción a María pertenece a la íntima identidad propia de nuestros pueblos. María de Guadalupe es un regalo del cielo que simboliza nuestra identidad profunda y la fusión de nuestros corazones con la persona de María.